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¿Puede elevarse la glucosa durante el ayuno intermitente?

Es totalmente normal, e incluso esperado, que nuestra glucemia en sangre vaya fluctuando arriba y abajo durante un ayuno intermitente ya que las hormonas contrarreguladoras trabajarán para lograr el equilibrio de los niveles de glucemia en sangre según se requiera.

Lo que no sería normal, en cambio, es que la glucemia se elevara a unos valores preocupantes ya que la práctica del ayuno intermitente justamente ayuda a moderar los niveles de glucosa en sangre, y no lo contrario. Es justamente esta moderación de la glucosa y la insulina uno de los beneficios principales del ayuno intermitente.

¿Cómo se regula la glucemia en sangre durante un ayuno?

Durante un ayuno intermitente logramos una reducción de la insulina y con ello el glucagón, que es la hormona antagonista de la insulina, se eleva y con ello tenemos un aumento de las hormonas contrarreguladoras que son el cortisol, la noradrenalina y la hormona del crecimiento y todo ello favorece que se libere glucógeno almacenado.


¿Por qué fluctúa la glucemia en sangre durante un ayuno?

La glucemia en sangre fluctúa durante un ayuno porque nuestro organismo tiene la capacidad de autorregularse y liberar glucógeno almacenado en hígado y músculos cuando hay necesidad, o incluso puede producir la glucosa que necesita a través de otros sustratos gracias a un proceso llamado gluconeogénesis.

Por ello es normal que entre medición y medición de nuestra glucemia en sangre veamos variaciones hacia arriba y hacia abajo y esto no debería preocuparnos. 

Eso sí, creo que sobra decir que el ayuno intermitente debe ser realizado con responsabilidad y que debe estar combinado con una alimentación que cumpla nuestras necesidades nutricionales y calóricas.


¿Por qué sube la glucemia en sangre durante un ayuno?

No sería normal que la glucosa en sangre subiera de forma preocupante durante un ayuno, pero sí sería normal que se elevara de forma moderada la glucosa en algunas situaciones concretas de estrés, ejercicio físico, etc.

Esto es normal e incluso esperado. Nuestro organismo se regula según haya mayor o menor necesidad de glucosa y hace su trabajo para hacer que la glucosa esté disponible.

#1 - El ejercicio en ayunas sube la glucemia en sangre

Es totalmente normal e incluso esperado que suba la glucemia en sangre cuando realizamos ejercicio en ayunas e incluso que baje temporalmente el nivel de cetosis en sangre. Unos 45 minutos después de haber terminado la actividad, nuestros valores deberían volver a rangos habituales de ayuno.

#2 - Los picos de estrés suben la glucemia en sangre

Cuando sufrimos picos de estrés en el día es totalmente normal e incluso esperado que suban nuestros niveles de glucemia en sangre, independientemente de que estemos o no en ayunas. El cortisol y otras hormonas regulan estos procesos para ayudarnos a "sobrevivir" en esta situación que se interpreta como un "peligro".


¿Debo preocuparme de que me suba la glucosa cuando hago ejercicio en ayunas?

No, para nada. Esta subida de glucosa ocurre dentro de un contexto positivo y controlado que es provocado por la misma actividad física

Al igual que justo después del ejercicio hay una leve inflamación y una leve resistencia a la insulina, también hay una elevación de glucosa más o mneos acusada según el ejercicio físico que realicemos. Pero siempre el impacto del ejercicio físico para el organismo es positivo, visto de manera global.


¿Y si mi glucosa está muy baja durante un ayuno?

Dentro de un ayuno corto de menos de 24 horas o un ayuno OMAD, puede puntualmente ocurrir que al medirnos la glucosa en sangre observemos valores de 50-65 que nos pueden asustar. Normalmente, si estamos haciendo una práctica de ayuno y nutrición coherente, estos niveles se moderarán en poco rato gracias a los mecanismos de contrarregulación.

Normalmente esto se ve acompañado de valores muy elevados de cetosis nutricional que también nos hacen, a menudo, preocuparnos. 

Como te decía más arriba, si somos responsables con nuestros ayunos y nuestra nutrición, estos momentos de baja glucosa y elevada cetosis al ayunar deberían ser puntuales y no entrañar un problema en sí, por lo general.

Personalmente, no trabajo con ayunos de más de 24 horas aunque excepcionalmente he trabajado con personas que deseaban aplicar el ayuno de 36 horas, y esto es porque considero que la práctica de ayunos de más de 36 horas debería de hacerse en un entorno seguro y bajo control sanitario

Espero te haya resultado útil.

Un gran abrazo,

Cristina

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