por que siempre tengo hambre y como alcanzar la saciedad

¿Por qué siempre tengo hambre? 7 Razones + 1 que nunca pensaste

¿Por qué tengo hambre 1 o 2 horas después de haber comido? ¿Por qué mi cabeza siempre piensa en comida y tengo antojos y ganas de comer todo el día? Si te sientes así, no te preocupes. No estás solo/a. La alimentación del mundo moderno (alta en carbohidratos y pobre en nutrientes) es lo que te tiene hambriento/a todo el tiempo. Y yo te voy a ayudar con 8 consejos prácticos que te van a aportar saciedad real y energía a raudales.

La alimentación del "mundo moderno" nos tiene hambrientos y con baja energía...

¡Todo el tiempo!


Las personas acuden a mí, en la mayoría de ocasiones, buscando cerrar este círculo vicioso... ¡Siempre tienen hambre! Además se trata de un hambre "descontrolada" y "caprichosa". Una "ansiedad sin fin". En sus propias palabras. Un ansia de dulce, panes, pastas, galletas y demás productos insalubres que no tiene límite.

Su mente siempre está pensando en comidaLas tardes son un ir y venir de la cocina al sofá, picoteando y volviendo a picotear. Es que, realmente, casi siempre me cuentan lo mismo, sólo que de formas diferentes.

Posiblemente se debe a una serie de factores (sobre todo hormonales y metabólicos, aunque también psicológicos y emocionales) que además se interrelacionan entre ellos, dando lugar a un ciclo vicioso del que es MUY difícil salir (o así parece):

Como algo rico en hidratos de carbono y pobre en nutrientes (bocadillo, pizza, plato de pasta, plato de arroz, repostería, etc.) ➡️ Me satisface temporalmente ➡️ Vuelvo a tener hambre a las pocas horas (¡mucha hambre!) y siento ansiedad ➡️ El cuerpo "me pide" energía rápida, así que como un panecillo con algo, un dulce, un chocolate, una galleta ➡️ REPITO EL CÍRCULO UNA Y OTRA VEZ.



Pues bien, por increible que te parezca hoy... De este círculo se sale. Se puede. Yo he trabajado con decenas de personas que lo han conseguido, y trabajo día a día con las chicas del Programa Keto Grupal para que vivan libres de la tiranía del azúcar y potencien su salud al infinito.

Te voy a dar unas cuantas buenas razones de por qué tienes el hambre que tienes y algunos consejos para revertir esta situación.


#1 - Comes muy alto en azúcares y carbohidratos


Cuando pregunto a las personas que llegan a mí cuánto azúcar consumen siempre me responden "yo no tomo azúcar"

Claro, me imagino que se refieren a que no usan sobrecitos de azúcar, ni echan cucharaditas a sus cafés... Pero ese es sólo el azúcar evidente. El que salta a la vista.

Cuando entramos en profundidad en el asunto, comprendo que esta persona no asocia el comer pan, pastas, pizzas, arroz, barritas energéticas, batidos, zumos, yogures con sabores etc. al azúcar. Es como si fueran mundos diferentes. Pero no lo son.

Las personas del mundo moderno comemos en general muy alto en azúcares y carbohidratos, lo que nos tiene la montaña rusa de las subidas y bajadas de glucosa e insulina constantes. Lo cual nos produce un hambre mortal, ¡continuamente!

Lo primero que te recomendaría es: Aprender tips y consejos para reducir carbohidratos en tu ingesta diaria. Saber dónde están esos carbohidratos y hacer sustituciones que jueguen a tu favor.


#2 - Comes poca proteína


Comes poca proteína, lo que hace que tu cuerpo se sienta "hambriento" de aminoácidos y no se sacie nunca. Y te pide comer, pero no le das lo que él quiere. Le vuelves a dar más carbohidratos.

Recuerda que:

  1. La proteína es el macronutriente más saciante.
  2. En la alimentación del mundo moderno (y también en las dietas cetogénicas mal planteadas) se consume, por lo general, proteína de manera insuficente.

¿Solución? Calcula tus necesidades diarias de proteína (en GRAMOS, no en porcentajes) y asegúrate de no quedarte corto/a.


#3 - Tus hormonas están alteradas.


Tus hormonas están alteradas. Aparte de las subidas y bajadas de insulina en picos, tu leptina (hormona de la saciedad) entre otras, están trabajando de manera disfuncional.


Posiblemente cuentas también con cierta resistencia a la insulina la cual es además clave en muchos problemas de salud que aquejan al mundo moderno: SOP, Alzeihmer y glaucoma entre otros muchos.

¿Solución? Pues yo te propondría dieta cetogénica, ayuno intermitente y ejercicio físico de fuerza y paciencia, porque es todo un proceso, y vas a necesitar ser perseverante.


#4 - Eres sedentario/a


Eres sedentario/a, por lo cual no das permiso al cuerpo a utilizar varios mecanismos de regulación natural del hambre y la liberación y oxidación de la grasa acumulada y no potencias un metabolismo basal interesante.

Te interesa aumentar tu metabolismo y... ¿Sabes cuál es una manera eficiente de aumentar tu metabolismo

  1. Dejando (para siempre) las dietas hipocalóricas.
  2. Desarrollando tu masa muscular. Te recomiendo el ejercicio de fuerza, las rutinas HIIT y el ejercicio funcional y de intervalos. Y si puedes, añade un par se sesiones de cardio a la semana ;).


#5 - Te alimentas a base de "caprichitos"


Te alimentas a base de "caprichitos", no comida de verdad, y andas contando calorías. Quieres comer lo que te gusta y sólo te preocupa que "cuadren las calorías".

Este punto merece un post completo por sí solo. Pero déjame decirte que NECESITAS comer tus macros (proteínas y grasas, y si me insistes, carbohidratos) en las cantidades correctas para ti

Tu organismo no es tonto para nada. No le puedes dar gato por liebre (por mucho que a tu paladar le gusten esas mandangas que le das). Si no le das a tu organismo la alimentación que le nutre de verdad, te lo devolverá en forma de hambre.


¿Consejo? Cambia la forma en la que te alimentas desde la mañana mismo. Desayunos como el que de la foto, mantendrán bajos/moderados tus niveles de insulina y favorecerá que se activen los mecanismos para la pérdida de grasa. Y te hará sentir mucho más saciado/a, llegando bien a la siguiente comida.

(Ejemplo de un "plato de desayuno" dentro de los Menús que entrego cada semana dentro del Programa Keto Grupal (España)


#6 - No duermes ni descansas lo suficiente


No duermes ni descansas lo suficiente y tu cortisol (hormona del estrés), elevado todo el tiempo, causa estragos.

Con el estrés pasa como con la inflamación: son mecanismos que nos ayudan a superar situaciones puntuales de manera efectiva y limpia, pero el problema es cuando ocurren de manera crónica y sostenida en el tiempo.

Cuando no descansas bien, cuando no realizas actividades regulares que te ayuden a desconectar, cuando no tienes un buen manejo de tus emociones... Tiendes a estar más irascible, con más ansiedad y más propenso/a a hacer malas elecciones alimentarias. Sobre todo, en estos casos, lo más probable es que te lances al azúcar como si no hubiera mañana.

¿Mi consejo? Ten una buena higiene del sueño, busca formas sanas de desconectar, y haz ejercicio físico (el mejor antídoto contra el cortisol elevado).


#7 - No tienes flexibilidad metabólica


Tu cuerpo no está entrenado para usar las grasas como fuente de energía, por ello te desmayas de hambre cuando a tu cuerpo le falta la glucosa.

Si hay algo que a las personas con las que trabajo les sorprende siempre, es el apetito disminuido que sienten dentro de la dieta cetogénica, de manera natural. No tienen tanta hambre. Y desde luego no desfallecen si no comen. El hambre llega poco a poco, de manera gradual, y sin imponerse sobre nuestra voluntad. 

Piensa que si tu organismo se habitua a funcionar con grasa como fuente principal de energía... ¡Tus reservas son casi infinitas! Y la cetosis es un estado natural en el que descubrirás, de verdad, qué es el hambre real del cuerpo (y no esas pamplinas que te cuentan por ahí algunos iluminados).


#8 - Estás malnutrido/a.


Estás malnutrido/a. No creemos que en países del 1er mundo uno pueda estar malnutrido, pero sí. A base de comer comida pobre en nutrientes, puedes tener varias carencias que te impulsen a comer más.

Podemos estar comiendo insuficiente proteína, insuficiente omega 3 (mientras comsumimos cantidades brutales de omega 6), podemos tener déficit de vitamina D, vitamina A, déficit de hierro, yodo, entre otras.

¿La solución? Basar tu alimentación en alimentos de alta densidad nutricional, como como hacemos en la Dieta Cetogénica: huevos, carnes, perscados, mariscos, grasas, aguacate, coco, etc.

#OtrasRazones


  • No comes suficiente.
  • Comes distraido/a.
  • Comes muy rápido.
  • Estás deshidratado/a.

Te espero en los comentarios... ¿Qué vas a cambiar a partir de hoy para alcanzar más saciedad y dejar de tener hambre todo el día? 😉 Me encantará leerte, un abrazo,

Cristina

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