Para quemar grasa corporal de manera eficiente necesitamos primero vaciar las reservas de glucosa y glucógeno de nuestro organismo. Si llevamos una dieta del mundo moderno occidental rica en azúcares y carbohidratos refinados, realizamos muchas ingestas al día y además somos sedentarios, será casi imposible que jamás vaciemos esas reservas de glucógeno, por lo tanto no llegaremos nunca con estos hábitos a la cetosis nutricional.
Cuando existe disponibilidad de ambas vías de energía en depósito, glucosa y grasa, prevalece la quema de glucosa, que es el tanque pequeño y la forma de energía más inmediata y explosiva, aunque no la más óptima.
Para comenzar a quemar grasa (que es el tanque grande y eficiente) y además entrar en el estado que llamamos cetosis nutricional, tiene que ocurrir que hayamos quemado una buena parte de las reservas de glucógeno (“azúcar”) que tenemos en hígado y músculo.
Otra pieza clave en el puzzle es la hormona insulina. Los niveles de insulina deben estar bajos para que la cetosis nutricional pueda ocurrir.
Los niveles de insulina están en equilibrio y permiten la quema de grasa cuando llevamos una dieta lo suficientemente baja en carbohidratos o cuando llevamos las suficientes horas de ayuno intermitente como para haber vaciado nuestros depósitos de glucógeno.
En este punto, tendremos niveles bajos de insulina que nos permitirán abrir las compuertas de la quema de grasas.
¿Cuánto se tarda en entrar en cetosis nutricional? Pues depende de muchos factores pero de media lo más común es que nos tome 2-3 días entrar en estado de cetosis nutricional.
En cuanto al nivel de cetonas de sangre en cetosis, solemos decir que estamos en cetosis nutricional cuando hemos superado el umbral de 0,5mmol/L de cetonas y la forma más eficiente de comprobar esto es haciendo una medición en sangre. Sin embargo hay otros signos que indican que estamos en cetosis nutricional sin necesidad de hacer mediciones.
RESUMEN
El requisito para entrar en cetosis nutricional es que vaciemos las reservas de glucógeno en hígado y músculo y así nuestro organismo pase a utilizar las grasas y cuerpos cetónicos como principal fuente de combustible. Esto puede ocurrir gracias a llevar una dieta cetogénica o haber estado las suficientes horas haciendo ayuno intermitente. Cuando hacemos dieta cetogénica o ayuno intermitente, además de lograr vaciar estos depósitos de glucógeno, ocurre que tenemos la hormona insulina lo suficientemente baja como para que se abra la compuerta de la quema de grasas, movilizando grasa corporal almacenada y produciendo cuerpos cetónicos.
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Un fuerte abrazo,
Cristina