Me imagino que a estas alturas ya te has dado cuenta, pero… ¿Te has preguntado cuáles son las razones? ¿Por qué verdaderamente las dietas no funcionan? ¿Cuál es la problemática detrás de cada “estoy a dieta”?
Muchas personas te dirán que para adelgazar y perder peso de forma eficaz y segura lo mejor es que vayas a un dietista nutricionista a que te prepare una dieta. También te dirán que con “fuerza de voluntad” conseguirás seguir esa dieta y lograr tus objetivos. Y tienen parte de razón, esta es ciertamente una manera de conseguirlo.
Sin embargo el tema de perder peso es mucho más complejo que tener una dieta y lograr llevarla a cabo. Si fuera tan fácil todo el mundo estaría delgado y los dietistas nutricionistas se hubieran multiplicado en número proporcional al aumento de la obesidad mundial. Y eso no es lo que está ocurriendo.
En la pérdida de peso hay muchos factores y todos sabemos que el comer emocional y la ansiedad por la comida afectan a muchas personas. Pero hay más razones y hoy quiero traerte 7 aspectos prácticos y emocionales por los que las dietas no funcionan. Y quizás nunca habías pensado en ellos.
Descubre las 7 razones prácticas y emocionales por las que las dietas no funcionan (y quizás no habías pensado)
#1 – Los cambios importantes y decisivos siempre vienen de dentro
Todos los cambios verdaderamente significativos en tu vida van a originar desde dentro de ti, no te van a ser impuestos. Necesitas romper el cascarón desde dentro, tocar fondo, vivir una experiencia que haga “click” en tu mente o lo que sea pero… ¡El cambio para que sea definitivo debe de empezar desde lo más profundo de ti!
Rara vez un dietista o nutricionista va a ser capaz de involucrarte profundamente en tu proceso de cambio. Tampoco se espera de ellos que lo hagan porque su función en verdad no es esta. Técnicamente lo suyo es crear una dieta específica para tu altura, sexo, edad, nivel de actividad, etc.
Y he aquí donde se torna tan significativo nuestro papel como coaches nutricionales: conseguir que el cliente se adueñe de su problema y llevarlo y acompañarlo de A (dónde está hoy) a B (objetivo deseado). Esta actividad complementa aquella del dietista nutricionista, no la excluye.
#2 – Las dietas ni te educan en comer saludable ni te enseñan a cocinar ni organizarte
Otra de las causas primordiales por las que las dietas no funcionan y poca gente menciona es que tenemos un problema base importante: la gente no sabe organizarse, a menudo no les gusta cocinar o no saben, y no están educados en los fundamentos más básicos delo que constituye una correcta alimentación.
De qué te sirve una dieta que pone que debes cenar “lubina al horno” si no sabes ni lo que es una lubina, ni dónde encontrarla, ni por qué otro pescado reemplazarla si no la encuentras, ni cómo elegir pescado, ni cómo prepararla… vamos, que igual ni siquiera te gusta realmente el pescado…
No puedo entender otra forma de aprender que educarte bien: elige tu gurú, tu chef, tu maestro favorito en alimentación saludable que resuene contigo y ¡absorbe su conocimiento! Todo vale, posts, libros, videos, tutoriales, cursos…
Y después no te queda otra que aplicar poco a poco lo aprendido: planificar tus menús, arremangarte, trabajar en tus platos día a día, hasta que des con lo que te gusta, es saludable, y te funciona.
#3– Las dietas te crean sensación de “privación” en lugar de sensación de “empoderamiento, disfrute y abundancia”
Que feo es sentir que te estás privando. Es como si vivieras mirando la vida desde una ventana. Ves como todos se divierten y tú estás restringida, castigada, porque no te has portado bien y ahora te toca estar unas semanas (o meses, según dure la dieta) pagando por haber sido una inconsciente (encima sentimiento de culpa).
Una dieta es privación, cierto, está diseñada con esas bases. Pero un cambio de hábitos alimentarios y de vida, gradual, permanente y consciente en lugar de restarte te suma e incluso te multiplica. Multiplica tu energía, tu confianza en ti, tu capacidad de concentración, tu aspecto físico, tu claridad mental, tu paz interior.
Este cambio progresivo debe ser siempre vivido desde el disfrute y el empoderamiento para que sea efectivo y se formen los cimientos de éxito. No te estás privando de nada, te estás regalando vida, te estás regalando salud. ¿Qué hay más grande que eso en la vida?
#4 – La temporalidad de las dietas
Quizás llevamos meses, años, e incluso toda la vida comiendo de forma inconsciente e impulsiva y de repente un día tomamos una decisión y vamos a un dietista nutricionista.
Este nos coloca una dieta, seguro muy acertada técnicamente hablando, para que la incorporemos desde el día x hasta el día XX para conseguir XXX.
Así de un día para otro nos vemos intentando con un estilo de alimentación y unos platos que nos son ajenos.
Cuando hayamos conseguido XXX (si es que lo conseguimos) o bien nos pondrán una nueva dieta o bien nos darán unas pautas para continuar en solitario.
¿Qué vas a hacer cuando vuelvas a coger peso? Las estadísticas dicen que sólo el 5% de los que logran perder peso con dietas de adelgazamiento logran mantener el peso en el tiempo.
Si comer es algo que hacemos cada día de nuestras vidas varias veces… ¿no se trata la cosa simplemente de mejorar nuestra relación con la comida, volvernos más organizados y coherentes y hacer mejores decisiones alimentarias que nos valgan para una vida entera?
#5 – ¿Qué hacemos con el comer emocional cuando estamos a dieta?
De que te sirve ir al dietista o nutricionista a que te de una dieta si utilizas la comida como vehículo para proporcionarte placer y recompensa, por ejemplo. O para relajarte y desconectar. O para compensar tu insatisfacción en ciertas áreas de tu vida.
Llegamos a este mundo como bebés a los que les calman el llanto y el hambre amamantándolos. Recibir comida es sinónimo de recibir amor y alivio. Esto lo llevamos grabado a fuego en el subconsciente, y de mayores nos aliviamos a placer con la comida…
Cuando no tenemos verdadera hambre física y nos damos esos “premios” en verdad nos estamos dando un poco de amor que tanto necesitamos para aliviar el dolor.
La dieta de un dietista nutricionista nos puede indicar que comer durante X días para perder X kilos, pero si no hay un refuerzo emocional y un trabajo estratégico de identificación y reformulación de patrones desfavorables el fracaso está casi asegurado. Lamentablemente.
#6– ¿Qué hacemos con las adicciones cuando nos ponemos a dieta?
La industria alimentaria está muy especializada en crear productos atractivos con esos sabores que nos dan tanto placer, nos enganchan y nos convierten en adictos. Lo hacen a través de alimentos super sabrosos que llevan como base mucho azúcar, mucha sal, muchas grasas y muchos aditivos.
Estos alimentos son baratos, fácilmente accesibles y nos saben deliciosos. También son híper procesados, híper refinados, carentes de nutrientes y fibra y extremadamente adictivos. Activan el sistema re recompensa del cerebro y liberan dopamina en grandes cantidades, cosa que no ocurre con la comida saludable (que solo libera un poquito).
Estas adicciones a dulces, carbohidratos refinados, chocolates y demás no deben subestimarse porque son muy potentes.
Una persona que se ha convertido en una yonki de esta clase de productos no puede de un día para otro comenzar una dieta y tener éxito.
Se requiere desintoxicación y dotar a la persona con algunas herramientas y recursos necesarios que un buen coach nutricional sabrá entregar.
#7– ¿Quizás tu sobrepeso u obesidad te beneficia en cierta forma?
Quizás te choca lo que te voy a decir, pero si tienes sobrepeso u obesidad quizás hay cierto beneficio oculto detrás de tu condición. Aunque quizás no, no aplica a todos los casos ni situaciones.
Te voy a dar algunos ejemplos para que entiendas lo que te quiero decir. También en estos casos difícil va a ser que una persona consiga una pérdida de peso con una dieta, porque quizás, inconscientemente, ni siquiera quiera perder peso de verdad.
Por ejemplo pongamos que una persona proviene de una familia donde todos, sin excepción, tienen sobrepeso y además se pavonean de ser así. ¿Qué pasaría si esa persona se queda delgada…. dejaría de pertenecer al clan? ¿La rechazarían? ¿Se burlarían de ella? ¿Se convertiría en el centro de atención?
O que me dices de una mujer que ha sufrido abusos sexuales de pequeña y se refugia en kilos y kilos para esconder su femineidad y poner barreras a una vida sexual plena que no cree que pueda alcanzar.
Si tú también has intentado alguna vez hacer dieta me imagino que te has visto reflejada en algunos de los puntos anteriores. No es tarea fácil pero con una buena estrategia se puede conseguir.
Lo primero que hacemos los coaches nutricionales es analizar el “mindset”: qué relación tiene el coachee con la comida, que creencias existen en torno a ella, como la utiliza y por qué. Después una planificación lógica de secuencia de pequeños objetivos. Y muy importante, dotamos a la persona con herramientas y recursos a su favor y motivamos el cambio.
Y como conclusión decir que el tema no es meternos en una dieta, sino perder peso despacio y de una manera sostenible, con cabeza y aprendiendo cada día, siendo curiosos y aprendiendo (finalmente) a alimentarnos. ¿No crees? Cuéntame tu opinión en los comentarios 😉
Un abrazo,
Cristina
100% real todo lo que decís. Sobre todo el tema de la privación.
Hola Cecilia, gracias por tu visita y tu comentario. Lo de la privación es terrible, realmente, ¿cómo de lejos podemos llegar con una mentalidad de escasez y privación? Yo apuesto por una “dieta de abundancia”, donde hay tanto bueno donde elegir que una no alcanza a probarlo todo! 🙂
Un abrazo,
Cristina
Hola Cristina,
Para mí, diste en el clavo en el primero de los puntos. Creo que cuando en realidad nos mentalizamos y estamos listos para el cambio, éste puede producirse, nunca antes o después.
Considero que, además, más que ponernos a dieta, que suele ser pasajero, los verdaderos cambios se producen cuando nos planteamos un cambio en nuestra alimentación y nuestros hábitos. Porque de esa forma, no volvemos a todos aquellos hábitos que nos perjudican y nos hacen volver a recuperar el peso perdido, una vez pensamos que “hemos acabado”.
La dieta no es una cuestión de acabar, creo que debería ser más establecer una forma de alimentarse que nos hiciera sentir bien siempre.
Un saludo enorme.
Hola Conchi, gracias por tu visita y tu comentario. Así es, los cambios importantes llegan en el momento óptimo en el que estamos preparados, dispuestos y decididos y tenemos el midset completo que permitirá el cambio. Si vamos a buscar una dieta en un “arranque” o en un bajón pues mala cosa. Y de hecho… ¿Qué dieta? Lo que necesitamos es aprender unas bases sobre nutrición y preparación de alimentos, descubrir e integrar platos saludables en nuestra rutina, organización y mantenernos muy motivados y enfocados, complementar con ejercico físico… ¡parece complicado pero si nos sacamos la pereza y la apatía de encima no es tan difícil! 🙂
Un abrazo, guapa,
Cristina
Hola Cristina,
en mi experiencia la clave para no vivir esclava de pensar cuánta comida ingiero al día ha sido hacer el click, además de cambiar en mi mente la sensación de escasez por el aumento de salud. He hecho de “comer sano” una forma de alimentarme, de vida y de disfrutar. De ser más consciente a nivel emocional y fisicamente de los cambios y de su como por necesidad, o por darme cariño. Me gusta mucho como has explicado esto.
Muchas gracias,
Hola Ana, gracias por tu visita y tu comentario. Me encanta como lo has explicado y me parece fabuloso que hayas llegado a ese punto donde la magia ocurre. Esa es la forma de conseguirlo, desde el disfrute y desde el cariño hacia una misma. Desde aqui ya es difícil volver atrás y maltratar al cuerpo (eso no quita que caiga alguna vez algún capricho, pero ya me entiendes :))
Un abrazo, guapa,
Cristina
Hola Cristina,
Estoy de acuerdo contigo con todos los puntos en general.
Un nutricionista puede poner la mejor dieta del mundo, pero sino se encuentra el verdadero motor que nos empuja al cambio no hacemos nada. Como dices tú, en muchas ocasiones tiene que ser un tocar fondo, o algo que haga “click” lo que “despierte” esa necesidad de cambio y llevarlo a cabo.
Además seguir una dieta sin saber realmente por qué comemos eso será mucho más difícil llevarla a cabo. Es muy importante ese punto, porque una vez sepamos comer adecuadamente, podremos ser nosotros mismos los que decidamos qué comer y cómo, y el factor “obligación” y “privación” serán cada vez menos frecuentes.
Además dejando de considerarlo como algo temporal, sino como un hábito que deberíamos cumplir siempre, dejaríamos de verlo como una imposición, y será más fácil alimentarnos correctamente.
Un saludo
Hola Ana, gracias por tu visita y tu comentario. Totalmente de acuerdo con lo que comentas. Por cierto, ha sido todo un descubrimiento encontrar tu página, incluso me he suscrito 🙂 Me gusta mucho tu filosofía y creo que aportas mucho valor. ¡Te voy a ir siguiendo y aprendiendo contigo!
Te envío un fuerte abrazo,
Cristina
Hola Cristina! Muy buenos todos los puntos, pero en especial me dejaste pensando mucho sobre el Recibir comida es sinónimo de recibir amor y alivio…. nunca me había puesto a pensar sobre eso y creo q me lo llevo de tarea!
Un abrazo
Hola Maru, muchas gracias por tu visita y tu comentario 🙂 Sí, puede ser muy sorprendente la primera vez que lo piensas, pero ya ves que tiene todo el sentido del mundo. Llegamos a este mundo y ahí está mamá con su leche dulzona, calentita, su piel, su abrazo… eso ya queda a fuego y la asociación está hecha para siempre.
Un saludo guapa,
Cristina
pocas veces me he puesto con el tema de las dietas, pues por lo regular hago todo lo contrario y como mas de la cuenta, asi que lo tomo con calma y me digo que mis gorditos me lucen , si me los quito se acaba el encanto, por lo tanto creo que lo importante es no obsesionarse con el tema, pues entre mas se quiera adelgazar, mas se engorda.
Hola Amparo, muchas gracias por tu visita y tu comentario 🙂 Pues ahí tienes un buen punto, que además ocurre todo el tiempo, la sola idea de “estar a dieta” ya hace que pasemos el día pensando en comida y nos obsesionemos al sentirnos tan privados, lo cual por supuesto no ayuda nada… Sino más bien todo lo contrario, la comida no puede ser el centro de nuestro universo y cuando así ocurre es porque nos hemos confundido de enfoque y dirección y toca hacer una “redirección” profunda 🙂 Una gran abrazo,
Cristina
Hola Cristina!
Absolutamente todo lo que dices es cierto. En algunos casos funciona como premio por otras privaciones, cuando comés algo rico la sensación de bienestar es instantánea, si estás ansiosa, si estás triste, si estás contenta…
Creo que las dietas en sí mismas rara vez funcionan. Lo que hay que lograr es un cambio de mentalidad, no hacer de la comida un fin en sí mismo y permitirse de vez en cuando comer de todo. El tema son las cantidades.
Nunca tuve problemas serios de peso, pero en la adolescencia estaba algo excedida. Lo solucioné poco a poco achicando mi estómago. 😉
Ahora puedo comer de todo y mantener mi peso.
Abrazo!
¡Hola Florencia! Muchas gracias por tu visita y tu comentario, que aporta y enriquece a lo comentado en el post y los comentarios 😉 Me gusta mucho como lo explicas: la compensación, la sensación instantanea de bienestar… Así es, son los juegos mentales que nos hacemos una y otra vez hasta que sabemos identificar, frenar, cambiar el patrón. Y la adolescencia en una época crítica para muchas personas, incluso aquellas que de niñas han sido delgadas (y de mayores también) porque el cuerpo se está transformando y nuestros hábitos suelen cambiar y pum… ¡combinación bomba! 🙂 Que bueno que adquirieras esa conciencia alimentaria, muy bien! Te envío un abrazo fuerte,
Cristina
Tantas veces la mayoría realizamos dietas sin prescripción o supervisión profesional. Que pueden significar riesgos innecesarios, para la salud en algunos casos. Sobre todo si acarreamos inconvenientes de salubridad previos.
Perder peso es un paso a seguir muy importante. Sin embargo aún lo es mas, continuar luego un plan de vida en consenso que nos permita sostener a largo plazo el peso menor obtenido.
El cambio de certeza mental, que nos mencionas. Referente a que una dieta, no es una situación de privación, sino de enpoderamiento. Me parece muy acertado. Excelentes consejos.
Hola Reina, gracias por tu visista y tu comentario. Es cierto, tenemos tantas ganas de vernos bien que en ocasiones hacemos lo que sea, aun poniendo en riesgo la propia salud. Yo misma he hecho unas cuantas barbaridades en mi vida, sobre todo de muy joven. No es difícil caer, y hay toda una industria ávida de personas con inseguridades y problemas con su peso. Salir de eso es un proceso que toma tiempo, requiere concienciación y amor por una misma, encontrar una motivación que viene desde la responsabilidad personal y entendiendo que lo más valioso es sentirnos vitales, ágiles y en armonía (y siempre queriéndonos durante todo el recorrido). ¡Un saludo!
Cristina
Las dietas no funcionan porque son algo temporal. Creo que el punto clave de tu lista es el numero 2, ya que ninguna te ofrece los conocimientos para continuar con una vida saludable una vez pierdes el peso que querias. De esta manera, se termina cayendo en los malos habitos que se tenian antes y vuelta a empezar.
Hola Sayuri, gracias por tu visita y tu comentario. Pues de verdad que si, el factor de la “temporalidad” es clave. No sé cómo hemos llegado a creer que podemos seguir una dieta, perder X kilos y luego con un “mantenimiento” (término muy vago y abstracto) nos vamos a lograr mantener así. La clave está en el aprendizaje y crear estilos de vida que vayan con nosotros, sin duda las dietas no pueden funcionar por sí solas. ¡Un abrazo!
Cristina
Hola Cristina, yo también creo que las dietas no funcionan. Sobre todo por lo que dices que trasmiten un sentimiento de limitación; y a nadie le gusta sentirse limitado. Cosa distinta es aprender a comer bien y seguir buenos hábitos alimenticios. Eso si que funciona 😉
Hola Tania, gracias por tu visita y tu comentario 🙂 Totalmente, la vida es demasiado corta y la comida es algo que debemos disfrutar. Esa limitación, además, nos lleva a pensar más y más en comida y cuando la comida se convierte en nuestro foco de atención constante… ¡la cosa no puede ir bien! Nada como aprender poco a poco a comer bien, a montar nuestros platos con sabiduría, y por supuesto ir disfrutando el cambio, que es la clave para que luego se puedan mantener los nuevos patrones. Un saludo!
Cristina
Excelente post, lo he intentado mil veces el llevar una dieta con buenos resultados y era que no estaba siendo consciente de estos pasos que nos dejas por aquí. Sin duda alguna es necesario estar bien claros de que conocimientos tenemos con las dietas para poder llevar estas de manera saludable y sin dolor de cabeza.
Hola Alexandra, muchas gracias por tu visita y tu comentario. Claro, es que los que conocemos las dietas repetidas sin ton ni son y con poca consciencia sabemos lo frustrante que es, y lo raro que es conseguir resultados desde ese enfoque. Muchas gracias por el aporte y por compartir tu experiencia, un abrazote!
Cristina
Hola Cristina, me parece muy importante lo que dices aquí porque hacer una dieta no debería estar centrada únicamente en bajar de peso rápido, sino mejor en hacerlo de forma consciente, aprendiendo qué podemos comer para sentirnos mejor sin morirnos de hambre, crear hábitos como el ejercicio físico, y por supuesto trabajar la parte emocional para ello del “comer emocional”.
Buenos tips.
Hola Luisa, ¡muchas gracias por tu visita y tu comentario! Uy el tema del hambre, ese es muy importante, quedarnos con hambre es la sensación más triste, lo contrario de “motivador”, eso si que es un “no-no”. Tienes mucha razón, lo importante es aprender y saber comer para sentirnos mejor (en general, no en plan inmediato, que es lo que pasa con los antojos) Muchas gracias por el aporte, un abrazo fuerte,
Cristina
Creo que la palabra dieta siempre se ha malentendido como carencia en la alimentación, sin embargo la palabra dieta se refiere a todo el alimento y bebida que consumes sin importar que sea poco o mucho, es decir tener una dieta no significa algo negativo obligatoriamente. Antes que nada lo mejor es ir a un nutriologo que te asigne una dieta personalizada a tus necesidades porque aunque muchos piensan que privarte de alimento como dices no te hace bajar de peso, si deseas bajar de peso el ejercicio y una dieta balanceada es lo que te hace bajar de peso 🙂
Hola Sandra, gracias por tu visita y tu comentario 🙂 Es cierto, la palabra dieta se usa indistintamente para hablar de la dieta regular y de las dietes específica y temporales para adelgazar. Yo misma la uso indistintamente pero creo que se entiende por el contexto 😉 Muchas gracias por tu aporte, buena reflexión, ¡un saludo!
Cristina
¡Estoy de acuerdo! Me parece que has dado en el clavo 7 veces jaja Pero es verdad, son los motivos por los cuales las dietas no funcionan. Personalmente a mi me falta orden y organización, para mantener una dieta balanceada, especialmente para incluir más verduras, frutas y hojas verdes, lo he intentado y al poco tiempo lo dejo porque me ganan las prisas y ¡a comer lo que haya! Gracias por el artículo, me ha inspirado a buscar mejores maneras de organizarme. Saludos.
Hola Ere, muchas gracias por tu visita y tu comentario 🙂 Esto que me comentas es muy común, lo de la dificultad de incluir más frutas, verduras, hojas verdes… Tengo pendiente hacer algunos posts y vídeos justamente para eso, para dar consejos prácticos para que comamos más de estas cosas buenas casi sin darnos cuenta y casi sin esfuerzo, y por supuesto disfrutándolas, ¡muy buen punto! Y lo de las prisas… ains… gran tema… eso fue justamente lo que me impulsó a crear mi curso online, para poder ayudar 🙂 Muchas gracias por tu aporte y por enriquecer la conversación 😉 Y no, de verdad, las dietas no funcionan… Un abrazo fuerte,
Cristina
Hola guapa. Me ha gustado leer tu post porque yo también pienso igual…, las dietas no funcionan. Lo que hay que hacer es cambiar la alimentación, comer lo más sano posible y sobre todo estar preparados para ese cambio. Besos.
Hola María, gracias por tu visita y tu comentario 🙂 Me alegro que te haya gustado el post y ya veo que tu también piensas igual, que lo importante es cuidarse en el día a día, comiendo sano y llevando hábitos saludables. Eso tenemos que hacer 😉 ¡Un saludo!
Cristina