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Los 7 pilares de la salud ancestral: El Aire Puro

La respiración es un proceso vital que ocurre automáticamente, sin la necesidad de que seamos conscientes de ello.

Sin embargo la calidad de nuestra respiración y la calidad del aire que respiramos son de gran importancia para nuestra salud y calidad de vida.

La mejor forma de oxigenar al cuerpo es sin duda el ejercicio físico, pero vamos por partes.

La respiración: definición y funciones

Tal como lo describe Wikipedia: “La respiración es un proceso vital el cual consiste en la entrada de oxígeno al cuerpo de un ser vivo y la salida de dióxido de carbono del mismo, así como al proceso metabólico de respiración celular, indispensable para la vida de los organismos aeróbicos.”

Nuestra respiración debería de forma efectiva alimentar con oxígeno a la sangre, y esta a su vez poder alimentar con oxígeno a todas las células y partes de nuestro cuerpo.

La sangre pura, limpia, oxigenada y rica en nutrientes es primordial para traer sanación al cuerpo físico.

Pero… ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de aire puro?

El mejor aire para respirar es el de montaña, el de mar o al aire que se respira en un bosque de pinos, cerca de una catarata o durante y después de una tormenta.

La razón está en los iones negativos. En estos ambientes cada molécula de oxígeno ha sido cargada negativamente de electricidad.

En cambio las ciudades o zonas de alta contaminación están cargadas de iones positivos.

Aquí es donde hay mucha producción de monóxido de carbono por la alta concentración de personas, el humo del tabaco, gases, las fábricas, los medios de transporte, las calefacciones de los hogares y la poca disponibilidad de entornos naturales.

Un dato curioso es que antes de una tormenta hay una carga importante de iones positivos que hace que muchas personas tengan dolor de cabeza… a mí me ocurre.

Por esto que especialmente importante que las personas que viven en grandes ciudades aprovechen siempre que sea posible para escapar a entornos naturales de mar o montaña.


¿Por qué es tan importante la calidad del aire que respiramos?

El aire rico en oxígeno nos revitaliza, nos tonifica y contribuye a que nuestro organismo funcione de manera óptima e incluso a que nuestros pensamientos y estado emocional se equilibren.

Por el contrario, la deficiencia de oxígeno en la sangre, tejidos y células del organismo (conocida como “hipoxia”) nos puede producir fatiga, letargia, nausea y/o dolor de cabeza.

En casos graves de carencia de oxígeno la sangre toma un color azulado que se traduce en labios y puntas de los dedos azuladas.

En el caso de personas con Alzheimer, demencia u otras enfermedades mentales es común que tengan un anillo azulado por encima del iris del ojo que indica privación de oxígeno.

La buena oxigenación y la disponibilidad de energía

Una buena oxigenación es fundamental para sentirnos vigorosos y con energía.

En lo que se refiere a la energía es importante apuntar que en nuestro organismo tenemos:

  • Células aeróbicas: son las células que consumen glucosa y oxígeno para generar energía y desechan dióxido de carbono.

  • Células anaeróbicas: son las células que sólo requieren la glucosa. En un proceso similar a un proceso de fermentación estas células producen energía, y como deshecho producen ácido láctico.

Cabe destacar que el proceso aeróbico genera 18 veces más energía que el proceso anaeróbico.

Lo indicado sería que lleváramos un estilo de vida y desarrolláramos unos hábitos que potenciaran a nuestras células aeróbicas, y no a nuestras células anaeróbicas. Así multiplicaremos  los niveles de energía en el cuerpo y sumaremos salud.

Sin ir más lejos las células cancerígenas son células anaeróbicas que no requieren oxígeno y de hecho no pueden vivir con oxígeno.

7 Consejos elementales para estar bien oxigenados

#1 – La respiración

Nuestro cuerpo está diseñado para que nuestros músculos abdominales participen en el proceso respiratorio. Los cantantes de ópera lo saben bien. Si quieres llevar tu respiración a otro nivel te recomiendo el Pilates. Aparte de aprender a respirar y de desarrollar tu musculatura abdominal, recibirás grandes beneficios para tu zona lumbar.

Cuando una persona solo respira usando la zona del pecho puede estar inhibiendo el intercambio de gases en la parte baja de los pulmones.

Si queremos empezar a respirar más efectivamente y oxigenarnos mejor, empecemos por hacer respiraciones poniendo atención en el diafragma. Para hacerlo colocamos una mano en la parte alta del abdomen, a la altura del diafragma, e inspiramos profundamente por la nariz, retenemos el aire 2 segundos, expiramos bien, y contamos 2 segundos antes de volver a inspirar. La mano debería elevarse y descender rítmicamente si estamos respirando correctamente. Hacer este ejercicio 20 veces. Mañana, tarde y noche.

Verás que además te va a ayudar a tener un sueño profundo y reparador.  También notarás una mejora considerable de tus niveles de energía y empezarás a respirar más eficientemente, incluso cuando no repares en tu respiración.

Es curioso que los bebés tienen una correctísima respiración diafragmática pero conforme vamos creciendo y llegando a la adolescencia y vida adulta vamos tomando malas posturas corporales que nos impiden respirar bien.

#2 – La postura corporal

Para que la respiración sea efectiva y diafragmática necesitamos tener una postura erguida con los hombros hacia atrás.

Las posiciones encorvadas que tomamos encima de nuestros escritorios o las posiciones que tomamos en el sofá al sentarnos no son las ideales.

Sé más consciente de tu postura para facilitar la correcta respiración.

#3 – La ropa

Atención con la ropa ajustada: cinturones, sujetadores, corsés y los pantalones altos y ajustados.

Usemos mejor ropa cómoda y holgada que no nos apriete el pecho, ni la zona del estómago ni la cintura.

Las modas y la vanidad pueden resultar enemigas de nuestra correcta respiración y oxigenación.

#4 – La casa/ la oficina

Si vives en una casa donde hay humedad y moho, donde tus zapatos y cinturones de piel y sus piezas metálicas se ponen verdes y oxidadas, donde tus armarios están fríos por dentro y huelen intensamente a cerrado… ¡malo! El moho también es un organismo anaeróbico que funciona muy bien en ambientes faltos de oxígeno.

Si vives en una casa con estas características y tienes problemas de salud, te recomiendo que empieces a considerar una mudanza. Es el entorno ideal para sentirte cansada y desarrollar fatiga crónica o algo peor. Lo mismo puede ocurrir si trabajamos en una oficina con estas características, ya que pasamos muchas horas diarias allí.

También las calefacciones nos roban el oxígeno de nuestros espacios. Las ideales son las de leña, o en su defecto las de aceite.

Unas recomendaciones generales para compensar serían:

  • Deja siempre alguna ventana un poco abierta incluso cuando tengas la calefacción encendida.

  • Abre lo más posible el resto de las veces para que entre mucho aire puro.

  • Si tienes la posibilidad, levanta bien las persianas para que entre el sol en la casa. ¡Si el sol puede tocar los colchones y almohadas de las habitaciones aún mejor! Los colchones son un nido de tremendo de bacterias en estos casos.

  • Pon plantas de hoja ancha para que ayuden a purificar el aire de los espacios cerrados.

#5 – La hidratación

Necesitamos estar bien hidratados para que nuestras células puedan recibir cantidades óptimas de oxígeno.

Una persona puede sentirse cansada o incluso padecer fatiga crónica simplemente por estar deshidratada.

#6 – La nutrición

El oxígeno también entra en nuestro organismo a través de la alimentación. Los alimentos cocinados tienen poco oxígeno en ellos. En cambio las frutas frescas, la verdura cruda, los jugos recién hechos caseros, las ensaladas, los batidos vegetales, las sopas crudas, etc. tienen una tremenda cantidad de oxígeno de la que se beneficia nuestro organismo.

#7 – Ladrones de oxígeno

El estrés, la falta de descanso y el estado emocional con el que afrontamos la vida también son factores importantes que afectan nuestra capacidad respiratoria y nuestros niveles de oxígeno.

Por lo tanto una postura correcta, una respiración diafragmática profunda, y un aire de calidad cargado de iones negativos son  lo que necesitas para recargarte de energía, mantener tu cuerpo alcalino y libre de enfermedad, vencer la fatiga y a la larga vencer enfermedades crónicas.

Y hasta aquí hemos llegado con el primer pilar de la salud natural. Me encantaría que compartieras en el hilo de comentarios más abajo si le habías dado al aire puro la importancia que se merece, si ya aplicas algunos de estos consejos que he mencionado o si viéndolo así crees que tu cuerpo está bien oxigenado. ¡Te espero!

Este artículo pertenece a la serie “Los 7 Pilares de la Salud Natural”. Aquí tienes los enlaces a cada uno de los artículos de esta serie: 

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