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Mamografías ¿sí o no? Evaluando riesgos y beneficios

Desde hace ya varias décadas, tanto las entidades de la salud como los medios de comunicación nos recuerdan (y casi nos imponen) la importancia de las mamografías en la prevención del  cáncer de mama.

Sin embargo, en nombre de la prevención estamos incurriendo en una práctica sistemática que está dando mucho que hablar por la gran cantidad de diagnósticos excesivos, falsos positivos y fomento del propio cáncer en sí a través de técnicas invasivas.

La falta de consenso que existe entre los profesionales médicos y entre los diferentes países occidentales hace que las mujeres nos encontremos a menudo en un dilema. Cuando lo hacemos es con una mezcla agridulce de inseguridad y necesidad de saber. Cuando pertenecemos a un grupo de riesgo o tenemos síntomas y optamos por no hacerlo parece que estemos actuando de forma irresponsable.

Sea como sea, hacer pasar por una mamografía a una mujer sana y sin síntomas es por lo menos controvertido.

Mamografías: los números

Según la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer)  se diagnosticaron en España 34.353 casos de cáncer de mama en 2021, una cifra que representa casi el 30% de todos los tumores en mujeres detectados en el país en mujeres. (Fuente 1)

Según el informe de Cochrane.org de 2008:

Si 2000 mujeres se hacen mamografías de forma regular durante 10 añosuna se beneficiará de la prueba, ya que evitará morir de cáncer de seno.  A la vez, 10 mujeres sanas se convertirán en pacientes de cáncer y se les hará un tratamiento innecesario. Y sobre 200 mujeres sanas recibirán una falsa alarma, con todo el daño emocional que esto conlleva. (Fuente 8 que a día de hoy, mayo de 2023, esta información está retirada)

Si tienes menos de 40 hacerte una mamografía puede ser más perjudicial que recomendable. Prácticamente lo mismo es verdad si estás entre los 40 y los 49. Para las mujeres de más de 50 podríamos entrar en debate.

También ten en cuenta que numerosos estudios prueban que bajar la inflamación y el estrés oxidativo ayudan a prevenir el cáncer. Un ejemplo de dieta antiinflamatoria es la dieta cetogénica. Y se ha probado que la dieta cetogénica ayuda a potenciar nuestro sistema inmune lo que a su vez, ayuda a prevenir y remitir el cáncer.


Mamografías: la prueba

En España y en la mayoría de países occidentales se recomienda hacer mamografías a las mujeres entre los 50 y los 65 años, con una regularidad de una prueba cada 1-2 años. En países como EEUU se ha llegado a recomendar efectuar la prueba en mujeres a partir de 40 años con una periodicidad de cada 6 meses. Por fortuna recientemente han subido a los 45 como edad recomendada y solo una vez cada 1-2 años. Por el contrario, la junta médica de Suiza ya hace 3 años que decidió terminar totalmente con la mamografía sistemática debido a la falta de pruebas sobre sus beneficios.

La mamografía es una prueba en la que la mama se comprime en una unidad de rayos X de baja frecuencia para examinar su tejido interno, con el objetivo de detectar grupos de células cancerosas que no podrían palparse ni verse a simple vista.

Está prueba no es muy compleja, pero tampoco es lo que se dice muy agradable. La compresión de las mamas puede ser bastante molesta e incómoda llegando incluso a ser dolorosa para el 50% de las mujeres. (Fuente 8)

Mamografías: riesgos y beneficios

#1 – Durante la mamografía se hace uso de radiación ionizante.

Si se sabe que la radiación ionizante es un factor de riesgo de cáncer es difícil entender por qué entonces se promueve la mamografía como herramienta de “prevención”.

Esta exposición, que se hace en una dosis relativamente alta, puede contribuir a la mutación celular que desarrollaría un cáncer de mama. (Fuente 2)

Por lo tanto esta supuesta práctica de detección precoz causa importantes daños colaterales que no solo ponen en duda los beneficios, sino que incluso provocan finalmente un aumento del riesgo de padecer cáncer en mujeres que gozan de buena salud y que se someten a mamografías.

#2 – Mamografías y los falsos positivos

No todas las células cancerosas son peligrosas. Además se estima que el 80 por ciento de los nódulos en los senos no son cancerosos. (Fuente 2)

El problema radica en la incapacidad de diferenciar cuándo el cáncer es invasivo y cuándo no lo es. La prueba no permite diferenciar entre células peligrosas que terminaran en cáncer y células inofensivas que acabaran remitiendo espontáneamente. (Fuente 3)

La consecuencia de esto es un sobre diagnóstico y un sobre tratamiento que puede terminar en el mejor de los casos en nuevas pruebas de verificación, muchas veces exponiendo a la mujer a adicionales técnicas invasivas como las biopsias. Y en el peor de los casos puede acabar con tumorectomía (extirpación quirúrgica), radiación, quimioterapia o, peor aún, en mastectomía (amputación del seno) de un tumor que quizás nunca hubiera producido síntomas en la mujer si nunca se hubiera diagnosticado (Fuente 3).

Y la pregunta es: Las mujeres diagnosticadas un falso positivo que sobreviven… ¿son supervivientes del cáncer de mama o del tratamiento para el cáncer de mama?

#3 – Mamografías y los falsos negativos

Nos lo explica el Dr. Mercola en su web (Fuente 4):

Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), las mamografías omiten hasta un 20 por ciento de los cánceres de mama presentes en el momento del escaneo. Su riesgo de tener un resultado falso-negativo es especialmente elevado si tiene tejido mamario denso, y se estima que el 49 por ciento de las mujeres lo tienen.

Más detalles sobre el tejido mamario denso de parte del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU (Fuente 10):

El tejido denso tiene más tejido glandular y conjuntivo, y menos tejido adiposo (graso). El tejido denso dificulta más la interpretación de las mamografías porque tanto dicho tejido como los tumores aparecen como zonas blancas, sólidas, en las imágenes de rayos X. El tejido de los senos se vuelve menos denso a medida que envejece la mujer.

#4 – Mujeres jóvenes en grupos de riesgo

Las células de las mujeres con mutación en el BRCA1 y BRCA2 (ver definición en Fuente 5) tienen más probabilidad de presentar alteraciones genéticas adicionales que pueden conducir al cáncer. Mujeres con antecedente familiar de cáncer de seno probablemente llevan la mutación. Representan casi de 20 a 25% de los cánceres de mama hereditarios y cerca de 5 a 10% de todos los cánceres de mama. (Fuente 5)

Estas mujeres son más vulnerables a la exposición de radiación de la mamografía. Según un estudio de BMJ, las mujeres con esta mutación que recibieron una dosis de radiación de diagnóstico antes de los 30 años tenían el doble de probabilidades de desarrollar cáncer de mama en comparación con sus compañeras que no se sometieron a la prueba. Cuanto mayor sea la dosis de radiación, más probable es que se produzca el cáncer (Fuente 6).

# 5- Riesgo de extensión del tumor con la prueba mamográfica.

Cuando la mujer que se hace la prueba tiene un tumor maligno, comprimir y aplastar la mama podría ocasionar que el tumor se extienda. (Fuente 7)

Los doctores aprenden que cuando encuentran un tumor no lo deben presionar, porque se puede romper la cápsula cancerosa y propagarlo. Sin embargo cuando se descubre el cáncer maligno gracias a una mamografía el mal ya está hecho.

#6 – Detección ≠ Prevención

Es curioso cómo nos hemos acostumbrado a hablar de las mamografías como herramienta de “prevención” cuando en realidad son básicamente una herramienta de “detección”. Detección es buscar para encontrar una enfermedad o el riesgo de una enfermedad. La verdadera prevención es llevar una forma de vida y unos hábitos que promueven la salud y no la enfermedad.

Cuando miramos las páginas oficiales de la AECC o de la American Cáncer Society y hacemos una búsqueda sobre “prevención” sólo encontramos información sobre mamografías y palpaciones y, muy superficialmente y de pasada, sobre la importancia de hacer ejercicio y llevar una correcta nutrición. Te animo a que hagas la prueba.

Y definitivamente no vamos a encontrar los consejos clave para evitar el cáncer, como serían: optimizar la vitamina D, suplementar con yodo la dieta o ingerir más alimentos ricos en Omega 3. De hecho la American Cáncer Society incluso se ocupa muy bien de darnos miedo acerca del sol y sus efectos negativos (enlace).

Hay mucha campaña rosa, mucho lacito, mucha recogida de donaciones para “investigar y encontrar una cura”, muchas organizaciones y mucha parafernalia. Por el contrario hay poco enfoque hacia la regulación de las substancias y factores cancerígenos que nos rodean y hacia la verdadera prevención a través de la promoción del conocimiento profundo y la información. ¿No te parece?

#7 – Las mujeres acuden a la prueba (a menudo) con limitada información

Un porcentaje considerable de las mujeres que se someten a una mamografía recibirán información sobre un hallazgo que requerirá más pruebas.

Las mujeres deberían ser advertidas con antelación a la prueba sobre la relativamente alta probabilidad de encontrar algo anormal en el tejido de sus senos. También deberían saber más sobre los posibles diagnósticos y los pasos a seguir con cada uno. Y por supuesto sobre sus riesgos para la salud y cómo afrontar la incertidumbre y el estrés durante las diferentes fases del proceso.

Por fortuna se ven algunos avances en esta dirección. Según afirma EFE Salud:

LSociedad Española de Radiología Médica (SERAM) ha creado un informe, desarrollado por 25 de sus radiólogos que aglutina un total de 38 medidas para disminuir el número de pruebas radiológicas obsoletas y de dudosa eficacia y utilidad. La intención de suprimir la cotidianidad de determinadas pruebas, también hace referencia a las mamografías preventivas en mujeres menores de 40 años sin factores de riesgo, “una exploración que, en estas pacientes, tiene un bajo rendimiento diagnóstico”, señala el experto Rodríguez Recio. Los consejos de este informe buscan despertar el interés y la inquietud de los profesionales sanitarios y del propio paciente, quien debe conocer “qué esperar” de cada prueba y cuál es su riesgo y resultado. (Fuente 9)

¿Debería hacerme la prueba sí o no?

Ciertamente es una elección individual. Pero mi consejo, si estás en un grupo de riesgo, es que estudies muy bien tu situación particular, que aproveches toda la información a tu alcance, que busques varias opiniones (médicas y no médicas) que te puedan aportar visión desde varios ángulos y que te tomes tu tiempo para decidir.

Yo personalmente ni me he hecho ninguna mamografía en mi vida ni tengo ningún interés en realizarla. No mientras esté sana en general y no tenga síntomas de ningún tipo. Por lo mencionado en este artículo creo me queda claro que para mí las mamografías dejan mucho que desear a nivel de eficacia y encima aportan grandes riesgos para la salud, directa e indirectamente.

En caso de necesidad de hacerme una prueba optaría por una alternativa no invasiva.

¿Qué alternativas a la mamografía existen?

Una apuesta muy interesante es la Termografía que nos define Wikipedia así (Fuente 11):

Una técnica que permite calcular y determinar temperaturas a distancia, con exactitud y sin necesidad de contacto físico con el objeto a estudiar. La termografía permite captar la radiación infrarroja del espectro electromagnético, utilizando cámaras termográficas o de termovisión.

La termografía es una técnica eficaz no invasiva y no causante de cáncer que puede identificar el cáncer de seno a través de infrarrojos. Esto es posible porque las células cancerosas son más calientes que las células normales y el especialista puede apreciar la diferencia de color durante la prueba.

Si te ha servido esta entrada no dudes en compartirla con tus redes sociales a través de los botones que verás más abajo para que sirva a muchas mujeres más.

También te invito a que me compartas tu opinión/experiencia/testimonio sobre este tema tan controvertido a través de los comentarios a pie de página.

Un saludo,

Cristina

9 comentarios en “Mamografías ¿sí o no? Evaluando riesgos y beneficios”

    1. Hola Séfora,
      Gracias por tu comentario. Es cierto lo que dices, a mí también me ocurre.Cuando pongo en entredicho el tema de la mamografías con amigas y conocidas también se quedan muy paradas. Estamos muy acostumbrados a aceptar la autoridad médica como verdad total y absoluta, y hacemos poco trabajo de busqueda de información, análisis y evaluación de pros y contras (y eso que tenemos la información a un click). Muy bueno el artículo de fitnessrevolucionario, ciertamente. De hecho lo voy a compartir en mis redes 😉
      Un saludo,
      Cristina

  1. Hola Cristina,
    Tu artículo me ha dado ánimos para no hacerme la ecografía que, por mi edad y por protocolo médico, “tendría” que hacerme. Me está ocurriendo lo mismo que comenta Séfora, que al comentar mis dudas con amigas me toman por una insensata e imprudente. El sistema médico actual me crea mucha desconfianza, tal como está montado. Creo que nos dan una información sesgada e interesada.
    Saludos,
    Yolanda

    1. Hola Yolanda, muchas gracias por tu visita y por compartir tus inquietudes. La verdad es que es difícil evaluar la situación cuando hay tanta información, a menudo contradictoria, y una no sabe qué intereses reales puede haber detrás de cada propuesta. A veces tampoco podemos compartir estas inquietudes con personas que no se plantean posibilidades y alternativas, sino que creen, sin pensamiento crítico, en la creencia general y extendida de que las mamografías regulares son la mejor y única opción para la “prevención” y detección precoz del cáncer de mama. Creo que lo importante es informarnos muy bien y actuar según nuestro propio criterio, evaluando todos los pros y los contras. ¡Un saludo!
      Cristina

  2. Gracias , tengo 70 años , nunca me he hecho una mano grafía , ahora mi medica quiere que me haga una y no me da confianza este examen. No tengo ningún síntoma , si lo tuviera sería diferente.
    María Piedad Fuentes .

  3. Gracias , tengo 70 años , nunca me he hecho una mano grafía , ahora mi medica quiere que me haga una y no me da confianza este examen. No tengo ningún síntoma , si lo tuviera sería diferente.
    María Piedad Fuentes .

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