La dieta cetogénica es muy efectiva para perder peso así como para revertir problemas de salud relacionados con el estilo de vida y los malos hábitos. Pero no nos engañemos, la dieta cetogénica (o «keto») no debería ser vista como una «dieta milagrosa» o un «parche temporal», sino como un estilo de vida. Un estilo de vida fundamentalmente bajo en carbohidratos y rico en alimentos de alto valor nutricional, donde hay cero miedo a las grasas saludables e ingerimos la proteína que necesitamos.
Idealmente, deberíamos lanzarnos con la dieta cetogénica desde el conocimiento, habiendo leído y buscado lo suficiente sobre ella, siempre con una mente abierta y comprendiendo el razonamiento y la lógica que existe detrás (qué es la cetosis nutricional y por qué resulta interesante, etc.). Y habiendo hecho un compromiso con nosotros mismos y habiendo puesto la alimentación y la salud como prioridad en nuestra vida. En este artículo de mi blog puedes leer más sobre qué es la dieta cetogénica y por qué funciona.
Si has leído que la dieta cetogénica es la «dieta de los famosos» y que X o Y artista perdió un porrón de kilos en poquísimo tiempo… Piensa que esto es solo una parte de la realidad. Una parte muy superficial, sensacionalista e interesada. Tú, si eres honesto contigo mismo/a, sabes que los remedios de emergencia y los parches no te interesan. A ti te interesa cuidarte, y no solo por estética, sino también por salud y para dar un buen ejemplo a los tuyos.
Y después de esta introducción, vamos con algunos aspectos a señalar sobre la dieta cetogénica con la intención de que te hagan reflexionar y comprender que esta dieta debe ser vista como estilo de vida, y no como «solución milagrosa».
#1 - Dieta cetogénica: ¿voy a perder peso en tiempo record?
Pues sí y no.
Es cierto que con una dieta cetogénica, bien estructurada y llevada de forma rigurosa, logramos una pérdida de peso rápida y significativa. Nos deshinchamos, perdemos volumen y perdemos kilos. Inicialmente perdemos varios kilos de forma muy rápida, pero estos kilos son líquidos retenidos.
Tras esos primeros kilos perdidos en agua de forma rápida, vendrá el momento de empezar a perder grasa, lo cual es un proceso paulatino con el que hay que tener paciencia y constancia.
Como Dietista Especializada en Dieta Cetogénica que soy puedo decirte que escucho y leo a muchas personas comentarme justamente esto. Que perdieron mucho peso de golpe y rápidamente (agua) y estaban muy motivadas y con ganas, pero después el proceso se hizo lento y «demasiado poco a poco» (grasa) y se desmoralizaron.
Por ello te digo que sí, que si haces la dieta cetogénica una semana o dos SÍ vas a perder algo de peso, te vas a deshinchar, pero NO, no va a llegar mucho más allá, no vas a obtener (ni por asomo) los beneficios que la dieta cetogénica te puede aportar a corto, medio y largo plazo.
Por otro lado es importante destacar que uno de los aspectos más favorables y motivadores de la dieta cetogénica es que la pérdida de peso es gradual, pero no suele haber oscilaciones de peso arriba y abajo que nos hagan perder las ganas y nos lleven a desistir.
MI CONSEJO: Comienza cuando te sientas seguro/a, pero una vez lo hagas, que sea con determinación y sin obsesionarte con fechas y objetivos de kilos a alcanzar. Confía en la sabiduría de tu cuerpo, confía que dándole al organismo el ambiente necesario, él, poco a poco, va a hacer su parte y reequilibrarse. Pero se requiere tiempo. Abandona las prisas y la impaciencia.
#2 - Dieta cetogénica: ¿Qué pasa cuando entramos y salimos de cetosis todo el tiempo?
La dieta cetogénica es un estilo de alimentación que promueve la cetosis nutricional.
Entramos en cetosis cuando restringimos de forma considerable la ingesta de carbohidratos en nuestra dieta o cuando ayunamos. Nuestro organismo tiene la capacidad de utilizar tanto la glucosa como las grasas como forma de energia. Cuando estamos en cetosis nutricional, nuestro cuerpo está utilizando sus propias reservas de grasa y la grasa ingerida con las comidas como fuente principal de energía.
Idealmente, cuando comenzamos con la dieta cetogénica, deberíamos estar en cetosis el tiempo suficiente (varias semanas) para optimizar los procesos metabólicos y permitir al organismo hacer los necesarios reajustes (y no entrar y salir de cetosis todo el tiempo).
De verdad, no es tan difícil, pero sí es importante que te lances con este estilo de alimentación con ganas, con perseverancia, con la constancia… Y que le eches paciencia al tema, porque si has estado X años descuidando tu alimentación y tu condición física… ¡No quieras ver en apenas unos días un milagro metabólico!
Y como siempre digo, el correcto enfoque mental es esencial para no fracasar y tirar lo conseguido por la borda al cabo de unos días. Si arrancas, enfócate siempre en lo ganado, no en que «dejas de comer/hacer».
MI CONSEJO: Si no te lo vas a tomar en serio, y vas a estar entrando y saliendo de cetosis día sí y día también… Ni siquiera empieces. De verdad. Como te he comentado en previos tips, con reducir la cantidad de carbohidratos (aunque no busques proactivamente la cetosis nutricional) ya obtendrás parte de los beneficios. Así que valora tus objetivos y cómo de comprometido/a estás y… ¡Márcate objetivos que SÍ puedas llevar a cabo en el tiempo!
#3 - Dieta cetogénica: ¿Qué pasa con el efecto rebote?
La dieta cetogénica no tiene efecto rebote si después de perder el peso deseado se mantiene un control y un estilo de vida fundamente «low carb» e idealmente combinado con ejercicio físico. Y más aun si se combina con ayunos intermitentes.
Ya te dije más arriba que más que una dieta es un estilo de vida.
Sin embargo, como cualquier dieta, si abandonas y vuelves a los viejos hábitos, todo lo demás volverá también, lógicamente.
MI CONSEJO: Piensa de forma inteligente y piensa a largo plazo. Ponte objetivos que tengan más que ver con tu salud y bienestar, que con los kilos en sí mismos. Como ya te comenté más arriba, creando el ambiente hormonal interno necesario el peso se equilibrará también. Quiérete, quiere y respeta tu cuerpo, y asegúrate de tratarlo con el amor y la dedicación que se merece.
Un fuerte abrazo,
Cristina